La saga del Príncipe de Persia comenzó a finales de los años 80 con un metódico juego de plataformas en laberínticos calabozos, pero la mayoría de sus fanáticos lo recuerdan principalmente por los intensos juegos de acción y aventuras de la década del 2000. Muchos esperan ansiosamente el largamente aplazado ‘remake’ de The Sands of Time, pero el verdadero retorno de la franquicia no fue ese. Su regreso a las primeras planas ocurrió con un título radicalmente diferente. Prince of Persia: The Lost Crown no es solo un muy buen ‘metroidvania’ —un juego en 2D con un mapa interconectado— sino que es uno de los mejores exponentes modernos modernos de ese género y en esta reseña les explicaré por qué es considerado el primer gran videojuego de 2024.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario