En esta época donde las películas de James Bond decidieron abandonar una gran parte de los elementos que las hacían especiales con el objetivo de ser más “serias” y violentas, es muy agradable contar con otros filmes que recogieron las banderas del icónico espía. Los exagerados gadgets, la acción estilizada, la actitud presumida pero humorística y los supervillanos capaces de poner a todo un planeta en jaque. Películas como Spy, The Man from UNCLE y Atomic Blonde, pero sobre todo Kingsman: El Servicio Secreto.
En 2014, Kingsman nos tomó por sorpresa con personajes muy carismáticos, deslumbrantes secuencias de acción, una buena historia y la capacidad de parodiar/homenajear al mismo tiempo al agente 007. De inmediato se convirtió en un éxito y el público no podía esperar más que su secuela.
Ahora, tres años después, tenemos dicha secuela en los cines y observamos con decepción que no está a la altura de su predecesora en ningún aspecto
LEER MAS...
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario