Nuestras primeras horas con God of War Ragnarok nos tuvieron bastante preocupados. Fueron divertidas, pero eran demasiado similares a lo que experimentamos en el anterior juego de la saga. La ambientación era parecida, el sistema de combate era casi igual y tenían el mismo ritmo. Incluso tuvimos una pelea contra Thor que no se diferenciaba mucho de nuestro primer combate contra Baldur. ¿Acaso este juego iba a ser más de lo mismo?
Afortunadamente, no fue así. Poco a poco se fue distanciando de su antecesor tanto a nivel narrativo como jugable. Cuando terminamos esta aventura de más de 30 horas, el juego de 2018 se sentía como un simple prólogo de una historia realmente épica sobre el destino, la guerra y el amor.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario