Asi lucen las chicas en los videojuegos

“Los videojuegos son solo para hombres”. Esto lo oí durante casi toda mi infancia y adolescencia y era tomado como una verdad absoluta (algo que, por cierto, yo sabía que era totalmente falso, ya que mis hermanas jugaron en NES, SNES y PlayStation conmigo); Las chicas, simplemente, no se interesaban por eso.

Las chicas tienen otras aficiones

Es verdad que en el pasado los videojuegos eran un hobby predominantemente masculino, pero eso ha cambiado. Según la EASP, el 38% de los videojugadores son mujeres, y si preguntamos a la IGDA, El número aumenta al 40%. Esos son números muy significativos…

Muchos diríamos que sí, que las chicas juegan videojuegos, pero “videojuegos casuales”, aquellos sencillos que se juegan para matar el tiempo y que no requieren inversión de muchas horas… hablo de juegos de Puzzle, Wii Fit, Wii Sports, Plants Vs Zombies, Zuma, Peggle, Angry Birds y todo lo que se les parezca. Pero Torrie Dorrell (Vicepresidente de mercadeo y ventas globales de Sony) dijo en una entrevista con CNN que según estudios de mercadeo, las videojugadoras de hoy en día son aficionadas a los MMO, a los juegos de acción, RPGs e incluso a los FPS.

BOOOM! Headshot Motherfucker!!!

Sin embargo, la mayoría de juegos “Hardcore” siguen siendo diseñados por hombres y “para hombres”. ¿Quieren una prueba?

En sus inicios, en los primeros videojuegos con historia, los personajes femeninos casi siempre quedaron relegados a ser rescatadas por el protagonista masculino de turno: Super Mario, Double Dragon, The Legend of Zelda y muchísimas más, algunas olvidadas por el tiempo, son franquicias que basaron sus inicios en “rescatar a la princesa”.

Algunos lo siguen haciendo.

Por esa época era demasiado raro ver una chica en un videojuego, que no fuera el personaje a rescatar. Por eso Metroid es un caso tan curioso. Todo cambio en 1996, cuando Lara Croft se estrenó como la protagonista femenina por excelencia. No fue la primera chica controlable, ni siquiera la primera en protagonizar su propio videojuego, pero sí la primera en ser considerada un “Sex Symbol” casi universalmente.

Y sí, ya sé que Mai Shiranui vino primero, pero no era TAN conocida como la Srta Croft.

Desde entonces, es casi un requisito que las chicas en los videojuegos sean ultra-sexys, tengan físicos exuberantes (senos grandes, nalgas prominentes, cintura delgadísima y piernas largas) y un traje que permita mostrar todos estos atributos. Este tema de los trajes es peor en los juegos de pelea… miremos por ejemplo a la saga Soul Calibur, ¿cómo una mujer puede pelear vistiéndose así? Y sobre todo, ¿cómo putas puede pelear usando zapatos de tacón?

De hecho, no tienen que responder la pregunta, Immersion lo ha hecho por nosotros.

No hay dudas para nadie, las mujeres en los videojuegos están demasiado sexualizadas y “objetificadas”, su principal meta es proveer “sex-appeal” y los ejemplos abundan demasiado, ocurre en el 99% de videojuegos con personajes femeninos (Así que no vayan a buscarlos en los Call of Duty que ahí no hay mujeres), incluso personajes que no estaban nada sexualizados en el pasado de un momento a otro han pasado a revelar mas piel de la que era necesario… ¿Es en verdad este cambio de modelito para luchar contra zombies?

Pero no es más descorazonador que esto… ¿era necesario?

¿Y qué hay sobre el 1% de personajes femeninos que no están sexualizados? Se me ocurren como ejemplos a Jade de Beyond Good and Evil o Chell de Portal. Ambos personajes fuertes e interesantes (Si, Chell es interesante) que no muestran más piel de la necesaria, no se visten de forma atrevida y no tienen cuerpos como los descritos anteriormente.

En el extremo opuesto tenemos a Bayonetta.

Aun no sé qué pensar de este personaje. Podemos decir que es una chica que está totalmente cómoda con su sexualidad y su cuerpo, y se comporta de modo atrevido para su propio disfrute y no necesariamente el de los demás (excepto, claro está, el de los videojugadores que la controlamos), pero este comportamiento y su estilo visual son tan exagerados que causan el efecto contrario. Bayonetta bien puede ser el epítome de la sexualización y objetificación de las mujeres en los videojuegos, tanto como puede ser la más mordaz parodia del mismo tema.

¿Recuerdan Dead or Alive 2? ese era un buen juego de peleas, no excelente, pero sí bueno… aunque la mayoría de personas no van a recordar su sistema de juego, van a recordar es la implementación de un motor de física mejorado que permitía un movimiento fluido y exagerado de los enormes senos de sus personajes femeninos: “Jiggle Physics” le decían… ¿y en que desembocó la saga? Como juego de pelea perdió todo respecto mientras sacaban un spin-off que decían que era para jugar volleyball, pero en realidad era para exhibir a sus chicas en bikini.

Creanlo o no, esta imagen pertence a un videojuego de Voleyball

Las cosas no son así para los personajes masculinos… ¡¡Claro!! ¡Hay muchísimos personajes masculinos atractivos! y hay muchos por los que las chicas videojugadoras se mueren; recuerdo por ejemplo a mi hermana jugando Final Fantasy VIII, un juego del que se enamoró simplemente porque se enamoró de su protagonista Squall Leonhart apenas verlo, y de hecho, los JRPG casi siempre tienen un protagonista con un estilo muy característico que por lo general las más fangirls suelen adorar… disculpen, me estoy alejando del tema… el punto al que iba es que sí, hay protagonistas atractivos, pero, ¿cuántos de ellos están realmente sexualizados? Me atrevería a decir que ninguno (a menos que les parezca que convertir a un personaje en un tanque de músculos con patas sea del gusto de las chicas).

Tanque con patas

¡¡¡Y no vayan a decir que es que no se puede sexualizar a un personaje masculino!!! ¡Twilight nos ha enseñado lo contrario!

Si nosotros tenemos derecho a suspirar por las chicas de DoA, las chicas tienen derecho a suspirar por el.

Creo que no queda duda que todas estas características son hechas pensando en satisfacer los gustos de los chicos y no de las chicas… quedo pensando, ¿cuáles pueden ser los efectos de esto? No es un problema solo de los videojuegos, se lleva AÑOS hablando de que el cine, la televisión y la prensa escrita (forma elegante de decir “revistas”) promocionan una imagen poco sana y poco realista del cuerpo femenino, ya saben de qué estoy hablando, de senos grandes, nalgas prominentes, cintura delgadísima y piernas largas, y chicas con estas características (casi siempre ayudadas por herramientas de edición de imagen) aparecen tanto en la portada de revistas para hombres (Maxim) como en revistas para mujeres (Cosmopolitan). Los hombres hemos crecido con la idea de una mujer así como la mujer ideal, solo para “decepcionarnos” (noten el entrecomillado por favor) cuando nos damos cuentas que las “chicas reales” (noten el entrecomillado por favor) no son así (quieres decir que nunca tendré una novia como Tifa Lockhart?), mientras tristemente muchas mujeres han crecido también con la idea del “cuerpo ideal”, que solo está al alcance de aquellas con el dinero y la falta de autoestima (no necesariamente esta última) necesarias para someterse al bisturí.


Pero, ¿saben que es lo peor de todo? Aunque critique, la verdad es que no me disgustan las mujeres de senos grandes, nalgas prominentes, cintura delgadísima y piernas largas, me gustan muchísimo y me cuesta mucho enojarme pese a todo lo dicho aquí, y, después de todo, el arte, desde la escultura hasta el cine, siempre ha idealizado el cuerpo femenino de una forma u otra de acuerdo a la época, y los videojuegos solo están reflejando a la sociedad que los juega.

Las chicas voluptuosas y con atuendos reveladores no van a desaparecer de los videojuegos en mucho tiempo, o al menos no mientras las mujeres trabajando en diseño de videojuegos no superen el triste 12% de la industria que son actualmente.

P.D: Respecto a que las mujeres con medidas tal como las vemos en los videojuegos no son “Chicas reales”… pues no es del todo cierto. Pero eso será tema de otro artículo. Súmenlo a mi lista de artículos prometidos y por favor, no me dejen olvidarlo, que ya me olvide de todos los anteriores que he prometido.