Yo, como hijo que soy de los 80’s, crecí con la era dorada de la animación de Disney y películas como El Rey Leon o Aladdin se convirtieron inevitablemente en unas de mis películas favoritas de todos los tiempos. Pero, al igual que todos ustedes, también me vi expuesto a esos clásicos de todos los tiempos como Pinocho, Bambi o 101 Dálmatas y claro, teniendo en casa a dos hermanas menores, también consumí las películas de princesas: Blanca Nieves, Cenicienta, La Bella Durmiente, La Bella y la Bestia, La Sirenita y todas ellas, sin excepción, me encantaron también en su momento.
Todas estas historias de amor, estos músicales de cuentos de hadas, estan fundados en una creencia muy específica: en el amor a primera vista (con la obvia excepción de La Bella y la Bestia, lo cual nos genera cierto problema que no vamos a discutir ahora). En los clásicos, es el encantador príncipe azul que con su valentía y un beso viene a rescatar a una princesa a la que nunca había visto en su vida, y ella (Blanca Nieves o Aurora) inmediatamente queda enamorada él. En Cenicienta bastó una mirada para que el amor efectuará el hechizo, igual que en La Sirenita, Tarzán y Pocahontas. Es esa bonita fantasía romántica del poder del amor, de que estamos destinados a estar al lado de una persona increíble y que junto a esa persona todo es posible.
Por supuesto que no todas las películas de Disney siguen esta fórmula, de hecho, la mayoría de películas de Disney han seguido es a personajes masculinos en sus aventuras, y la gran mayoría de romances en ellas comienzan con una pareja que no se cae bien o que comparten una amistad, pero la idea del Principe Azul y del amor a primera vista está tan arraigada que es considerada un cliché de la compañía, una idea representante de sus valores y la razón por la que la popular línea de princesas Disney es un objetivo común de las críticas de grupos progresistas.
El nuevo siglo trajo una década prácticamente perdida para Disney, en la que falló en crear peliculas y personajes que se mantuvieran en la mente de sus audiencias (o que vendieran suficientes juguetes para niños). Sean sinceros, alguien recuerda con cariño o tiene un juguete de Chicken Little o de Bolt? (tal vez de Stitch... un poco) Alguien fue a cine a ver Las Vacas Vaqueras o Hermano Oso? En fin. Salvados gracias a las excelentes películas de su partner Pixar, la compañía decidió volver a los temas que maneja mejor: Los cuentos de hadas musicales, volver a lo viejo, pero haciéndolo como nuevo, y comenzó con la genial La Princesa y el Sapo, la cual le da un giro inesperado a su fórmula del romance: En esta película no solo no hay un Príncipe azul (ya que, aunque sigue siendo un príncipe, es un Playboy desheredado bueno para nada... aunque de buen corazón, porque las cosas no pueden cambiar tanto), sino que es él quien debe ser salvado por una princesa y cuyo objetivo último de su rol es casarse. Luego siguió Enredados, basado en el famoso cuento de Rapunzel, que a pesar de retomar el romance típico, da mucha más importancia a la aventura, resultando ser más Aladdin y menos La Bella Durmiente, alejandose del cliché de la damisela en apuros que es la base del cuento que le dió origen.
Y así llegamos por fin a hablar de Frozen, que viene siendo la historia más revolucionaria en la historia de las películas de la casa de Mickey Mouse (Y si, antes de ella vino que muy querida Wreck-It Ralph, pero por más princesa que sea Vanellope, no viene al caso... y no es un musical). Espero que ya la hayan visto, porque de aquí en adelante voy a soltar Spoilers, y muchos.
Como ya todos ustedes vieron la película y probablemente aún la tengan fresca en sus recuerdos, no voy a hacer aquí un recuento de su trama, pero si vamos a hablar de sus temas, sus personajes y los giros inesperados de la historia.
La primera diferencia de Frozen con el resto de películas es que ni el eje ni el objetivo de su trama es la relación romántica de una pareja, sino una fraternal entre dos mujeres: Las princesas Elsa y Anna, y aunque si existen dos relaciones de pareja en el film, la de Anna y Hans y la de Anna y Kristoff (vaya, la chica no pierde el tiempo) estas hacen presencia solo para definir el curso de la relación de las dos hermanas. Pero vayamos al principio, con el momento que define lo que será la historia de la película, el cuál no es el accidente que lleva a que Anna olvide los poderes de Elsa o que ella trate de reprimirlos, no, sino a la muerte de sus padres.
Este terrible acontecimiento altera, o más bien, “congela” (pun intended) las personalidades de ambas chicas; Elza, sin las únicas personas que saben la verdad sobre su poder, se queda siendo una adolescente temerosa, reprimida y asocial hasta el día de su coronación, mientras que su hermana Anna, sin poder recibir amor de sus padres ni de su exclusiva hermana se queda atrapada en su niñez, sedienta de afecto y dispuesta a aceptarlo del primero que le ofrezca algo de cariño, en este caso, el príncipe Hans.
El que el príncipe le haya propuesto matrimonio a Anna al poco tiempo de conocerse levantaría sospechas en cualquier historia... que no fuera de Disney, donde parece algo totalmente normal. Es más, pensamos que la negativa de Elsa se debe no a que se oponga a una relación totalmente apresurada sino al miedo de que descubran su secreto y que la divertidísima escena en que Kristoff discute con Anna sobre lo absurdo que es casarse con un tipo al que recién conoce no es más que un gag, una broma de Disney, pues como dice Anna, es Verdadero amor, el amor a primera vista tan característico del universo Disney. Y tiene que ser así! despues de todo vemos que Hans es una persona honorable que incluso en ausencia de Anna busca lo mejor para el reino y no quiere aceptar que la nueva Reina sea un “monstruo”.
Sorpresa!
Oh! Anna, si tan solo hubiera aquí alguien que te amara!
En el giro en la trama más sorprendente de la historia de Disney, resulta que tanto Elsa como Kristoff tenían razón; El compromiso de Anna con el príncipe al que acababa de conocer SI era una locura, que no había forma de que eso fuera verdadero amor, y nosotros caímos en la trampa. Lo fantástico de esta sorpresa son los elementos que la historia usa para llegar a ella, un corazón lastimado con magia, para el cuál la única cura es OBVIAMENTE una muestra de verdadero amor. OBVIAMENTE (porque Disney). Nosotros sabemos que OBVIAMENTE esta tiene que ser la cura, y que mejor muestra de amor que un beso del príncipe? esto fue lo que curó a Blancanieves de su aparente muerte, a Aurora de su sueño eterno y a Tiana y a Naveen de su transformación en sapos (y a Cenicienta de su... pobreza?), así que tirarnos la bomba de que el príncipe era en realidad un malvado villano, en este momento, fue una bomba de doble efecto, Disney rompiendo con sus propias reglas.
Pero esperen! tenemos a Kristoff también! puede que no sea un prìncipe, pero ha demostrado mucho cariño y preocupación por Anna, obviamente TIENE que estar enamorado de ella! Así en el climax de la película vemos a una Anna a punto de morir congelada, con Kristoff corriendo hacia ella desesperado en medio de una tormenta de nieve a darle el beso que la salvará... cuando Anna ve al príncipe a punto de acabar con la vida de su hermana y rechaza la posibilidad de ser salvada para poder salvar a Elsa, muriendo en el acto. Nos la jugaron otra vez! está película nos engañó dos veces! El acto de amor que necesitaba no vino de un príncipe o de un valiente, sino de ella misma hacia su hermana, dejando en la audiencia un mensaje inesperado, que el amor romántico palidece ante el amor por una hermana.
MIND-FUCKING-BLOWN
Claro, Anna revive segundos después (porque Disney), pero la escena fue traumática e impactante (como cierta escena en Pokemon), y claro, al final Anna comparte un beso con Kristoff, pero solo un beso, uno tierno y tímido que demuestra que están comenzando una relación mucho más madura que el apresurado compromiso que ella tuvo con Hans.
Si, todo esto es bastante revolucionario y progresista viniendo de donde viene, pero la cosa no termina aquí, ya que no podemos olvidar a la otra princesa / reina: Elsa, La primera princesa Disney sin una relación romántica de la historia. No solo Elsa queda sin pareja en el film, sino que en ningún momento del film muestra interés formar una (yo en cierto momento pensé que este papel iba a ser para Kristoff), y como podría? con tantos problemas que tiene encima como carajos podemos pensar que iba a estar preocupada por el amor? No, la historia de Elsa se va por otro lado, el de superar los miedos y las restricciones que le fueron impuestos. Este mensaje es bastante directo, no por nada su canción, la canción principal de la película se llama “Libre Soy” (Let it Go en su superior versión en inglés) en la que literal y metafóricamente se libera de las ataduras que no le permitían ser ella misma.
Compadezco a los padres que lleven a sus hijas a ver esta película y que van a tener que comprarles dos figuras de princesas Disney este año (aunque si tienen dos niñas, se van a ver muy tiernas en Halloween) pero también es posible que se vean forzados a responderles algunas preguntas sobre por qué hay príncipes malos y por qué Elsa no tenía novio. Pero eso es bueno! Con este film, finalmente dicen que tal vez el principe azul no exista, que un romance no es algo que surge de la nada y que el amor familiar esta por encima de cualquier enamoramiento.
Bravo Disney, bien jugado, muy bien jugado.
8 comentarios:
Ire a vermela
Excelente análisis. A mi me encantó el muñeco de nieve, es la inocencia pura ese cosito :3
*Se levanta de la silla y aplaude.
Muy bueno el artículo, y la forma en la que está escrita me llama la atención como para verme frozen, sólo que tal vez pirateada, alquilada, bajada, etc (no llega tan lejos el impulso xD). Estoy deacuerdo en que:
1) La caída de disney vino con las películas mencionadas. Yo no las ví, pero eran tan poco atractivas (especialmente chicken litte) que me parecieron aburridas. Sólo vi casi completa las vacas vaqueras.
2) La trama del amor eterno ha sido un tema muy debatido, pero no lo considero contraproducente ni revolucionario, por que en el caso de debatir dicha mentalidad, creo que no sólo deberían agarrar a Disney, sino de hecho a todas las peículas hermosas de 1940. En otras palabras, el autor como mucha gente se hambría de echarle la culpa solo a disney del "daño cerebral", que nisiquiera reparan en que tienen anhelos, ilusiones puras que no solo salen de estas películas.
3)Lilo & Stitch fue una gran película, fue taquillera, el autor se equivoca tremendamente.
4)Como dije, no he visto frozen, pero después de leer todos los spoiler, no me parece una verdadera revolución, si de por sí Disney ya no es la única empresa infantil que forma niños. Por lo tanto, no me sorprende (Tal vez vi mucho sailor moon con la trama del príncipe malvado -wait WHO SAID THAT e_e- o la princesa que se vuelve mala, alias "Neherenia" -WHO SAID THAT e_e-), y tal vez por lo mismo es que no me incita verla en cine, por que desde el principio y desde el trailer, no me pareció para nada atractiva.
5) Si tuviera que escoger un momento revolucionario, una pelicula de las cualidades mencionadas por el autor, esa película revolucionaria se llamaría "El rey León", y es de príncipes y princesas, es de un reino, pero como todos pudimos observar, la película no se centró tanto en eso, sino en la madurez de asumir las cosas a pesar de las dolorosas adversidades, a pesar de perder el norte (y eso que no es mi película favorita xD).
6) Finalmente, no me parece contraproducente la mentalidad por la que la gente lucha. Bleh, soy psicóloga, nunca vienen a mi consultorio acusando una película, ni yo tampoco acuso a las personas de que sean maltratadas o algo así por culpa de una infancia de películas Disney. Nunca he entendido por qué atacar el problema que no tiene fondo ni base. Tal vez en los años 40 sí, pero a hoy en día, personalmente, es ridículo.
RENFIELD:
Gracias, ahora tengo q ver la maldita pelicula
recientemente me vi la película y estoy de acuerdo en todo contigo a ecepción de una parte, a mi personalmente Tierra de osos me pareció espectacular, muy disney, sólo que sin princesas, yo creo que Disney no se limita a cuentos de hadas, como por ejemplo el Rey Leon, y creo que han sacado buenas películas sin princesas como las dos de tierra de Osos. Pero tienes razón en algo y es que buscando encajar más en la juventud actual se fueron por cliches y chistes Americanos trillados como pasa con Chicken Little.
En general amé Frozen y aunque creí que el muñeco de nieve sería insoportable (como los malditos Minions de Despicable Me a quienes odio con todo mi corazón...) resultó ser un personaje super simpático y con tiros muy finos.
asdadasd! el comentario anterior es mio D: pero se me fue con la cuenta de Sebas!!
Un abrazo :3
Las canciones son insoportables la quize ver con mi mujer y mi hijo y solo ella la pudo soportar....por que sera
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