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martes, 19 de mayo de 2015

Una mirada al mundo de Mad Max

Es muy probable que ustedes ya hayan visto Mad Max: Fury Road (y si no, qué carajos esperan? no pueden perderse esa maravilla! Aquí tienen mi reseña) y que hayan quedado fascinados por ella. Cómo va a ser de otra forma? Es una película absolutamente fantástica! Ya sabemos lo geniales que son sus secuencias de acción, lo impresionante que es su cinematografía, lo interesantes que son sus personajes y lo abierta que es en su mensaje feminista, así que no vale mucho la pena escribir aquí al respecto. En lugar de eso, me quiero enfocar en un aspecto que me ha llamado mucho la atención desde que vi la segunda película de la saga y eso es la forma en que George Miller está construyendo y ampliando el universo y la mitología de su obra.


La primera película de la saga, estrenada en 1980, es más que nada una historia policiaca en la que tenemos muy pocos de los elementos que más tarde volverían icónica a la franquicia. El mundo de Mad Max aun no era el desierto post-apocalíptico por el que lo conocemos, sino el de las carreteras de la llanura australiana controladas por pandillas de motociclistas y policías inescrupulosos. Es Mad Max II: Road Warrior la que es recordada por todos, siendo su único vínculo con la primera el personaje de Max Rockatansky interpretado por Mel Gibson (y su Pursuit Special), que sigue siendo el mismo hombre destrozado por la muerte de su familia que vimos al final de la primera, pero en un escenario completamente diferente.

Combate motorizado, caravanas de criminales que solo pueden ser descritos como “Bondage-Punk”, niños ferales y muchas, muchas persecuciones mezcladas con elementos narrativos arrancados de los western. Eso es lo que viene a nuestra mente cuando nos mencionan a “Mad Max”. Esta combinación de elementos golpeó con fuerza en la cultura popular y aún más de dos décadas después se le sigue homenajeando y parodiando. Pero lo de verdad interesante es la forma en que Miller ha trabajado esta estética y escenario desde entonces. Nunca se nos ha mostrado realmente el momento en que la sociedad se desmoronó, ni cómo los sobrevivientes comenzaron a usar máscaras y cuero, pero a través de los detalles visuales y pequeñas líneas de diálogo se nos dan pistas sobre los orígenes y las razones de ser de muchas de las tribus, sociedades y personajes que nos encontramos a lo largo de la historia.

Es claro en Mad Max que la ley y el orden han comenzado a perder significado. Los criminales crean caos a gusto en la mayoría del territorio en pandillas con sus propios símbolos y nombres. La apariencia de la tribu de Lord Humungus en Mad Max II es la evolución lógica de ello, pero con un giro sadomasoquista y homoerótico que probablemente radica en que muchos de los miembros son homosexuales, algo que se demuestra en la relación de Wez con el chico que elimina el niño feral y en el hecho de que Humungus se refiera a algunos de sus súbditos como “Gayboys”. El que la pandilla también use en sus vestimentas y autos elementos de la policía demuestra que las organizaciones que imponían la ley han caído por completo.



Claro, pandillas como estas ahora ya no se enfocan en el dinero o las drogas, pues al menos el primero ha perdido sentido en el nuevo mundo. La comida y el agua tienen mucho más sentido, pero también la gasolina ya que los automóviles son el medio con el que intimidan y se transportan por el yermo, sin ellos no pueden sobrevivir. Tampoco se puede ignorar que durante la producción de Mad Max el mundo vivió su segunda gran crisis de petróleo (1979). En la que la carencia de este debido a la revolución Islámica en Irán aumentó increíblemente los precios de la gasolina en todo el mundo. La dependencia mundial de este fluido que quedó demostrada seguramente influyó en Miller para imaginarse la distopía de su segundo film.

Volviendo a Lord Humungus. Creo que sus ataques contra la refinería tienen un significado mayor. Las personas en el interior de la refinería representan lo último que queda de la sociedad anterior al cataclismo. Representan el orden, la ciencia, la comunidad. La victoria de Humungus sobre ellos representaría la imposibilidad de reconstruir el mundo de antes. Por supuesto que no ocurre así. Esta pequeña comunidad logra salvarse y convierten a Max en una leyenda.


Y el tema de las leyendas es crucial en la mitología de Mad Max.


En la siguiente entrega de la saga conocemos Bartertown, una ciudad en medio del desierto dominada y supuestamente creada por la Tía Entity en un esfuerzo por mantener vivo un poco el mundo anterior, así sea una sombra. En este sitio se mantiene una economía basada en el intercambio de bienes y chatarra y se ha logrado reanudar el suministro de energía eléctrica gracias al metano de las heces de cerdos. Pero con los intentos de orden y control llegan también las luchas de poder y la autoridad de Entity se ve retada por Master Blaster, el ingeniero que mantiene funcionando la energía en la ciudad.

Pero el nuevo barbarismo también se ha colado en este intento de sociedad y la cúpula del trueno (Thunderdome) es el mejor ejemplo de ello. Esta es una arena gladiatorial en la que ”Dos hombres entran, solo uno sale” creada para arreglar las diferencias con el asesinado y, supuestamente, mantener el orden en la ciudad. Pero este también se ha convertido en el principal evento de entretenimiento de Bartertown.


Todo esto se los describo porque es importante hacer notar que los habitantes de las tierras baldías no se han quedado quietos aceptando el colapso de la civilización. Las personas de la refinería y de Bartertown recuerdan claramente el mundo de antes y quieren traer todo lo que puedan de él para tener la mejor vida que la situación les permita, mientras que hombres como Humungus o, más adelante veremos, Immortan Joe, quieren aprovechar el caos para moldear una situación a su manera.

Debido a la imposibilidad de mantener un sistema de comunicación eficaz, todas las comunidades que hemos conocido a través de los viajes de Max por el yermo se estan desarrollando independientemente una de la otra con sus propias costumbres y tecnologías. Pero que pasa cuando se comienza a desarrollar una civilización totalmente ajena al mundo anterior al cataclismo?



La “Tribu perdida” que se nos presenta en Mad Max Beyond Thunderdome es un ejemplo perfecto de una comunidad desarrollada en aislamiento. Los autodenominados “los que esperan” estan conformados por niños, adolescentes y adultos jóvenes que no vivieron el apocalipsis o eran muy pequeños como para recordarlo. Sus padres y los mayores de ellos sobrevivieron a un accidente aéreo y llegaron al oasis en que han vivido desde entonces. Los adultos, incluyendo al capitán Walker, piloto del avión, se fueron del lugar para buscar ayuda pero nunca regresaron.

Estos “niños perdidos” abandonados a su suerte se las arreglaron para sobrevivir y organizarse, desarrollaron sus propias leyendas en base al avión y el capitán Walker, crearon su propia religión y su propia estructura social, Lo verdaderamente interesante es que la película no destruye esta nueva cultura. Max y nosotros comprendemos lo que en realidad pasó con estos niños y el origen de sus historias, pero no trata de racionalizarlas para ellos. Al final, la tribu se separa, y mientras unos permanecen en el oasis, otros se establecen en las ruinas de Sidney. Las dos nuevas tribus se desarrollarán por separado pero conservan los mismos orígenes, sería muy interesante que el mundo de Mad Max volviera a ellas eventualmente, para darnos cuenta cómo han evolucionado.



Ahora si, a lo que vinieron. Hablemos de Mad Max: Fury Road

Antes que nada tenemos que echar una mirada a “la ciudadela” que Immortan Joe, el villano de turno, ha moldeado a su gusto y placer. El control de los pocos recursos naturales de las tierras baldías (en este caso agua y tierra fértil) le ha permitido no solo coronarse como amo y señor de este lugar, sino crear una especie de religión y leyenda alrededor de sí mismo. Los “war boys”, jóvenes que han nacido o han sido arrastrados a este lugar, no han conocido nada más que la adoración a su señor. Se les ha convertido en la “casta superior” de la ciudadela y se les ha enseñado que la gloria les espera en el más allá, el Valhalla, donde lucharán como guerreros cromados al lado de su señor si son capaces de morir en su nombre.

Estas creencias de influencias nórdicas son usadas para convertir a los War Boys en carne de cañón voluntaria. Nada diferente a la forma en que los extremistas religiosos de hoy en día usan a jóvenes impresionables prometiendoles la gloria en el paraíso a cambio de sacrificar sus vidas en el nombre de un dios.

WITNESS ME!

No puedo evitar admirar el cuidado con el que se crearon los rituales y detalles de esta iglesia malsana: la pintura de la piel, el manchar de cromo la boca al momento del sacrificio, las escarificaciones de los war boys y el culto a las armas, los vehículos y la violencia. Aunque una mirada superficial puede concluir que estos detalles son meramente estéticos en realidad dotan de mucha personalidad a la película y nos ayudan a que comprendamos mejor a los personajes.

Claro que durante las dos horas que dura la película no se nos dice practicamente nada de eso. en ningún momento hay un diálogo entre los personajes que nos explique a la audiencia algo específico sobre esta religión o sobre el funcionamiento de la ciudadela, todo esto se maneja en segundo plano. Mirando la bóveda en la que Joe mantenía encerradas a sus esposas podemos entender muchos sobre sus personalidades y lo que las llevó a buscar la libertad. La prótesis de Furiosa, a la que los demás nunca aluden, nos habla montones sobre lo que ha sufrido esta mujer en su pasado, igual que la forma en que mancha su rostro de negro. Detalles tan simples como el que Nux haya dibujado rostros y puesto nombres a sus tumores lo humanizan y definen más que cualquier largo diálogo en que el nos contara su historia. Esto se extiende a todos los personajes, incluso al mismo villano.



Al igual que sus antecesoras, Mad Max: Fury Road está destinada a convertirse en un film de culto, y afortunadamente para sus fanáticos la historia se está ampliando en varios comics. No se si estos comics revelarán más sobre el trasfondo e historia de los personajes, lugares y costumbres, pero yo espero que si lo hace sea de la misma forma que la película, pues este es un mundo en que las imágenes y los símbolos dicen mucho más que las palabras. En unos meses el universo de Mad Max se ampliará aún más con el lanzamiento del videojuego, y yo ya tiemblo pensando en las posibilidades. Miren el trailer:


Se nos promete la posibilidad de explorar estas tierras baldías a sus anchas y de crear nuestros propios vehículos. Estamos presenciando el posible nacimiento de un universo expandido, y es que el desierto da para mucho, aún no hemos conocido ni la menor parte de las sociedades, secretos, horrores y peligros que esconde, y no puedo esperar por hacerlo.

3 comentarios:

Alejandro Serrano Durán® dijo...

Maravilloso, no sabía que se venía un videojuego!

Como me he aislado del spoileroso mundillo de los tráilers, no había visto ese trailer/gameplay que pusiste al final.

Buen análisis, pero me quedo esperando el de Mad Furiosa!

Unknown dijo...

Ok, si algo me faltaba para decidirme e ir a verla era esto. Como siempre, gran trabajo Laguna!

Anónimo dijo...

Un juego tipo mad max ya existe se llama fallout.