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viernes, 24 de febrero de 2017

[GamerFocus] Semispheres - La reseña



Alguna vez han tratado de hacer dos cosas al mismo tiempo? Muchos dicen que son capaces del llamado multitasking, es decir, realizar varias tareas al mismo tiempo, pero en realidad esto suele ser la capacidad de adaptar el cerebro rápidamente al pasar de una labor a otra, no de hacerlas al mismo tiempo. ¿Han tratado de escribir cosas diferentes con las dos manos? ¿Hacer movimientos opuestos con ellas? ¿Controlar el mouse con una y el teléfono celular con la otra?

Porque algo así es lo que nos pide Semispheres.

Este juego de puzzles nos presenta dos laberintos paralelos en los que controlamos a dos “medusas” (se supone que son semiesferas, pero no nos engañemos, son medusas) al mismo tiempo. La medusa en el laberinto naranja de la izquierda se controla con el ‘stick’ y el gatillo izquierdo del control, mientras que la medusa del laberinto azul en la derecha se controla con el ‘stick’ y el gatillo derecho (naranja y azul. Los colores de Portal. Que casualidad). El objetivo es llevar a cada una de ellas a la salida en su respectivo mapa.



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martes, 21 de febrero de 2017

[GamerFocus] Doom - A Fondo (Parte 2)



En la pasada entrega de este análisis examinamos la curiosa forma en que Doom rechaza la necesidad de una historia a la vez que nos presenta una trama que sirve como metáfora en contra del capitalismo y la sobreexplotación de los recursos naturales. Sí, estoy hablando de ese Doom, el juego donde disparamos a demonios y los destripamos de las formas más salvajes posibles. Si les parece raro eso debe ser porque no han leído la primera parte de este “A fondo”.


Pero aún quedan muchos temas y elementos dignos de analizar en este fantástico juego, así que vamos a sumergirnos de nuevo en los secretos e imágenes de la obra de Id Software y Bethesda.


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miércoles, 8 de febrero de 2017

La hipocresía moral de Hacksaw Ridge

Dicen que no es posible separar la obra del artista, que las políticas y opiniones de un creador siempre afectarán su trabajo. Pues bien, Hacksaw Ridge es la película que por fin me hizo comprender la violencia y el martirazgo que Mel Gibson pone siempre en sus películas y lo que dice sobre el.



A mitad de Hacksaw Ridge hay una secuencia de acción bélica ABSOLUTAMENTE FANTÁSTICA que demuestra la enorme capacidad técnica del señor Gibson para manejar tensión, violencia y dinamismo en la gran pantalla. Es tan buena que rivaliza con escenas similares vistas en films como Saving Private Ryan, pero antes de llegar a ella tenemos que sufrir poco más de una hora de film en la que vemos el trasfondo familiar, romántico y el entrenamiento militar del protagonista me imaginaba para donde iba todo: Ooooh! Mírenme! Soy un hombre de la América rural! Muy cristiano! Con la educación a medias! Soy la definición del verdadero americano! Mírenme como pongo mi fe y mi patriotismo por encima de todo! Ooooooh!

Eso ya se ha visto, es el típico fanatismo del “dios y patria” llevado a los extremos melodramáticos que tanto gustan en esta clase de historias biográficas... pero no estaba preparado para lo que venía.


Tras la secuencia bélica que les comentaba entra en full-acción el gimmick de la película y es que el protagonista, basado en un soldado real, es un objetor de conciencia que ha prometido no matar a nadie en la guerra ni usar armas, solo salvar vidas como médico. Esto se presta para un gran concepto en que el avanza por una cima desolada por las explosiones tratando de encontrar supervivientes para ponerlos a salvo. A mi solo se me podía ocurrir lo genial que sería esta idea llevada a un videojuego. Recorren un escenario abierto aplicando primeros auxilios, escondiendo a nuestros compañeros de los soldados enemigos y usando sigilo para evitarlos ya que no disponemos de armas.

Pero fantasías aparte es aquí donde queda demostrada la hipocresía del concepto del film y de la interpretación que su protagonista, su escritor y su director hacen de la religiòn. Ellos ponen el cumplimiento del mandamiento “No matarás” en medio de una guerra como el más alto pedestal moral posible, pero en su mente esto se debe cumplir literalmente porque dios lo dice, no porque la vida sea sagrada. El protagonista no tiene ningún inconveniente con la muerte de los soldados japoneses que los enfrenta, solo que no puede ocurrir directamente de la mano de èl.

Según Hacksaw Ridge los Japoneses son la encarnación de Satanás (no lo digo figurativamente, un diálogo del film lo dice literalmente) y no merecen seguir viviendo. El protagonista, que se jacta de su religión y su posición moral esta perfectamente de acuerdo con esto. Es un cumplimiento de los preceptos de su religión “por defecto”. No le importan las razones por las que existe este mandamiento, sólo le importa cumplirlo.



Yo soy la persona menos religiosa posible y aun así me sentí increíblemente molesto por esta interpretación de la supuesta palabra divina. De repente todo hizo click, a Mel Gibson no le importa el bien de la humanidad, de hecho sus films claramente glorifican visualmente la violencia de forma extrema, incluso la justifica explícitamente, porque cree que es en medio de ella, creando un mártir que la sufra, donde está la esencia de un creyente. Este hombre literalmente dirigió una película sobre Cristo y no logró captar que el mensaje era de amor! No de sufrimiento!


Quieren más pruebas? Para Gibson los japoneses de su película ni siquiera son humanos, los enfoca como animales, bestias saliendo de la tierra gruñendo y atacando sin control. No trata de humanizarlos en lo más mínimo (Ni siquiera el republicanísimo señor Clint Eastwood comete este error en sus películas bélicas!) sino que por el contrario los despoja de cualquier honor y en ocasiones la cámara los sigue más como asesinos slashers tipo Jason que como soldados de un país. Para agregar más sal a la herida, se burla de sus tradiciones, contrastando escenas como un suicidio ritual con el levantamiento de una biblia del campo de batalla.

La película termina con el protagonista ascendiendo metafóricamente al cielo, poniéndolo por encima del campo de batalla, mostrándolo como una persona mejor que las demás gracias a unos principios morales absolutamente huecos.




Pero bueno, al menos alguien le dio trabajito a Sam Worthington.

martes, 7 de febrero de 2017

[Gamerfocus] Doom - A Fondo (Parte 1)



Al igual que una gran parte de videojugadores de mi generación, crecí jugando Doom en PC y es imposible no considerarlo como uno de los pilares del mundo de los videojuegos. Su influencia e importancia en la industria es innegable y, para sorpresa de todo el mundo, la nueva entrega del 2016, también llamada Doom, no es un mero intento de llamar a nuestra nostalgia o de presentar un nombre conocido con los elementos de moda en el medio, no. El nuevo Doom nos presenta de nuevo y de forma mejorada todos los elementos que hicieron grande a su versión original, como una especie de veterano de guerra que viene a enseñar a todos los malcriados soldados modernos cómo es que se hacen de verdad las cosas.

Pero hay mucho más.

¿Recuerdan la trama del primer Doom? Probablemente no. De hecho, muchos jugadores creen sinceramente que carece de historia y honestamente no los culpo. El juego no hace mucho hincapié en ella. No lo necesitaba. Nos encontrábamos en un escenario lleno de demonios y teníamos armas a nuestra disposición: ese era todo el planteamiento.

John Carmack, programador principal del juego, decía: “La historia en un videojuego es como en una película porno. Se espera que esté allí, pero no es lo importante.”

Pero sí tenía trama. Nos hablaba de experimentos sobre tele-transportación desarrollados en Phobos y Deimos, las lunas de Marte, y cómo nuestro protagonista, enviado allí como castigo por insurrección militar, llegaba justo cuando algo salía mal. Demonios comienzan a emerger de los portales de tele-transportación, los seres humanos en la base son poseídos y Deimos desaparece sin dejar rastro.

Sí, no era más que una excusa para la masacre de criaturas infernales que íbamos a realizar, y no había mucha más profundidad en ella. Esta nueva entrega seguro siguió el mismo camino de usar un guion desechable que sirviera sólo de decoración mientras destripamos monstruos, ¿o tal vez no es así? 




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