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jueves, 12 de septiembre de 2013

Como aprendí de política viendo Lincoln y un clon de Duro de Matar

Este fin de semana pude disfrutar en cine de White House Down (Aquí traducida con el ridículo nombre de ”El Ataque”), me gustó mucho, una película de acción emocionante y exagerada que básicamente puedo describir como Duro de Matar, pero con Obama.


De hecho, voy a olvidar la terrible A Good Day to Die Hard que vi hace varios meses, esta es la verdadera secuela de Die Hard para mi, aunque no tenga a McLaine.

Aunque...

En este film, Jamie Fox interpreta a James W. Sawyer, Presidente de Estados Unidos, pero si le hubieran puesto como nombre Borack Abama, no hubieran sido menos sutiles; Su expresión corporal, peinado, forma de hablar, interés en dejar de fumar, su política bélica mediante el uso de drones, que es excusada divertidamente en el film) y si, su raza, son calcadas del actual presidente gringo, y no sin razón, pues esta película tiene un mensaje político bien claro. El Presidente Sawyer es un hombre que quiere hacer lo correcto, y para ello va a retirar a las tropas estadounidenses del medio oriente, hacer la paz con Irán y firmar un controversial tratado de paz, una representación de muchas de las esperanzas que despertó Barack Obama cuando fue candidatos por primera vez, cuando prometía un verdadero cambio y renovación en la forma de hacer política en ese país, generando una oleada de esperanza que le valió incluso un Premio Nobel de la paz, sin hacer nada.

Por estas mismas razones, muchos consideran a Obama una decepción; sus planes de cerrar Guantánamo, de dar cobertura de salud universal, hacer una economía más justa, sacar a Estados Unidos de los conflictos en Medio Oriente, etc. fracasaron, se olvidaron o se lograron a medias... que pasó?

Pasó lo que se llama la Realpolitik.

En el film, hay un momento en que vemos al personaje de Fox, frustrarse sobre como el ser Presidente no era lo que esperaba, sobre cómo sus sueños se convirtieron en política. El no quería hacer historia, quería hacer lo correcto, pero la misma política se le metía en el camino. En un momento anterior le vemos hablando con un senador sobre su tratado de paz, y el senador se negaba a apoyarlo porque ”Ese tratado enojaría a empresas de armamento que financian a ambos partidos políticos, hay mucho en juego aquí”.

Estúpida y sexy industria armamentista

Estas escenas son un reflejo bastante fiel de como funciona realmente este mundo, rara vez un decreto, ley o decisión alguna tomada en un congreso, consejo, asamblea, alcaldía o presidencia se toma simplemente porque Es lo mejor, beneficia a la mayoría o simplemente es lo correcto. Esto se toma en base a intercambios de favores, intereses privados, incluso corrupción y venganzas personales. Déjenme ponerles un caso de la vida real: La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, comenzó un programa en contra de la obesidad infantil y juvenil, para ello, propuso cambios en los menús de los restaurantes escolares, para reemplazar la comida chatarra que se sirve en ellos por alimentos más saludables. Quién podría oponerse a una iniciativa tan bienintencionada? pues... basicamente el congreso en pleno, que la sepultó sin debatirla. Resulta que el contrato para alimentación en las escuelas es bastante jugoso, por lo que las empresas que se encargan de esto habían financiado las campañas electorales de varios senadores, que junto con lobbystas de esas mismas empresas convencieron a los demás de no apoyarla.

Claro, en el film estos “ciudadanos preocupados” (en este caso las empresas desarrolladoras de armamento) no recurrieron a un lobby en el congreso, sino que entraron en asociación con supremacistas blancos, militares renegados, políticos corruptos y un hacker para un ataque nada sutil y directo contra la presidencia... porque Hollywood, pero en el fondo el resultado es “el mismo”, hacer prevalecer sus intereses sobre los intereses generales utilizando su poder económico.


Las cosas no son muy diferentes en Colombia, donde es bien sabido que prácticamente cada alcalde, gobernador y congresista está en su cargo gracias al apoyo de ciertos sectores políticos y empresariales que financian estas campañas para poder cobrar favores y exigir puestos y contratos una vez el candidato esté en su cargo. El famoso ”Carrusel de la contratación de Bogotá” es el mejor ejemplo de estos casos, que demuestra que la gente no se mete a la política por vocación de trabajar en el servicio público, sino por el poder que les da para sacar provecho económico de los dineros que manejan.

Sin embargo, esto no significa que un buen político no pueda jugar este juego, como vimos en la genial Lincoln de Steven Spielberg. “El buen Abe” deseaba que el congreso aprobara la ley que acabaría definitivamente la esclavitud, sin embargo esta era demasiado impopular y era muy improbable que se hundiera.


Como sabemos por la historia, la esclavitud si fue abolida. Como lo logró? formo un equipo que se encargo de hablar con los senadores, convencerlos poco a poco, ofrecerles favores, puestos, incluso con sutiles amenazas. Es esto ético? no realmente, legal? totalmente, justificable con el fin de lograr un bien mayor? ... eso no lo decido yo, pero así es que se hace política, para bien o para mal, así es que se logran resultados en un gobierno, porque bien se sabe que un Presidente sin el apoyo de la mayoría del congreso, puede hacer bien poco, como le pasa a Obama.


Pero volvamos a Colombia, el actual Presidente Juan Manuel Santos parecía tenerla muy clara desde un principio. Conquistó el voto sugiriendo que iba a continuar las políticas de su popular antecesor (un maldito populista que sumergió al país en la mitad de los problemas que tiene ahora), y antes de arrancar su mandato se aseguro una alianza con el congreso llamada “Unidad Nacional” que aseguraba el paso tranquilo de las propuestas del gobierno por la rama legislativa... y fue tremenda sorpresa ver, como una vez posesionado, dio tremendo giro respecto al estilo de gobierno de Uribe con unas relaciones mucho más amables y conciliadoras con los países vecinos y hasta con los inicios de diálogos de paz con las FARC, todo esto con el congreso en su bolsillo, pues aún los uribistas que están furiosos con las acciones del gobierno están amarrados por el voto de su partido por la ley de bancadas, que los obliga a votar con la mayoría de su partido.

Disclaimer: No estoy diciendo que Santos sea un excelente presidente, como ha demostrado con su pésimo manejo de los recientes paros, pero ciertamente ha resultado ser mucho mejor de lo que esperaba, (Recordemos que a pesar de todo reversó una corrupta reforma a la justicia que hubiera jodido el sistema por completo en favor de la clase política).


Tratemos de concluir esto para no desviarnos más del tema: Tanto en White House Down como en Lincoln aprendemos que, por más buenas intenciones que se tengan, por más “bueno” en el sentido moral que sea un político, debe jugar el juego sucio de la política si quiere lograr algo. Existen los “políticos profesionales” que son maestros en manejar puestos y traficar influencias, y de eso se trata, de hacer exactamente, pero en bienestar de los electores, de la mayoría del país o ciudad para el que está trabajando.
Por eso me es facil excusar a Obama, porque era un político relativamente novato cuyas buenas intenciones chocaron con la conflictiva realidad política americana, que le impiden lograr la mayoría de sus propósitos y por eso Gustavo Petro ha resultado ser tan mal alcalde tras ser un excelente senador, porque llegó con una idea terca de como debían ser las cosas desconociendo la realidad del puesto. Por esto no podemos votar por alguien esperando que simplemente llegue y arregle las cosas. A veces simplemente con un cambio de “tono” en la política, como el que se dió de Uribe a Santos, o de Bush a Obama, es más que suficiente para saber que, al menos, las cosas se van a tratar de manejar un poco mejor, asi sea solo un poco.
Otro ejemplo que se me ocurre para ilustrar mejor esta idea, antes de terminar, es el reciente Papa Francisco como jerarca de la iglesia católica, que ha despertado una ola de optimismo en los fieles de esta religión a lo largo del mundo gracias a una actitud mucho más abierta, carismática y humilde, pero como dice con gran sabiduría la Revista Semana:  

“Tarde o temprano tendrá que abandonar las aguas consensuales de la pobreza y la humildad e internarse en temas doctrinarios como la sexualidad y el celibato de sacerdotes, y Francisco volverá a ser un papa tradicionalista. Pues Jorge Bergoglio es un poco como Barack Obama: simpático y con buenas intenciones pero limitado por tradiciones y poderes que no puede superar. Y El Vaticano aún está lleno de inamovibles".

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

RENFIELD:

Jamie Foxx,Steven Spielberg y Juan Manuel Santos en el mismo post.

No se ocmo se dio, perose dio. :)

harry dijo...

felicidades te acabas de ganar un lector habitual

Mariel R.a dijo...

es impresionante como la política es el mismo juego en todas partes del mundo... hace 14 años llego Chavez al poder con un discurso de cambio, revolución y reivindicación de los pobres... eso se quedo en promesas y charlatanerias baratas... no hay cambio ( o no ese cambio sustancial que prometió Chavez) en parte por un juego de política y poder con los viejos factores y los nuevos que solo se cambiaron la franela de color, pero siguen siendo exactamente iguales... en fin todos los politicos son iguales hasta que se demuestre lo contrario...